DALILA "LA DIOSA DEL VERBO AMAR" LLENÓ EL TEATRO GRAN ITUZAINGÓ
- Jorge Daniel Gonzalez
- 19 ago 2017
- 3 Min. de lectura

Dalila logra una idolatría marcada en sus fans, por ser mujer fuerte de principios claros, madre y defensora del respeto y la educación, impulsora semana a semana de la cumbia romántica que manifiesta letras de amor y desengaños como la vieja escuela, ritmo bailable pleno de sonrisas que provoca con su baile y su manera de interactuar con su público, lo más importante de su carrera junto a sus hijos Pablo y Matías: “Buenas noches, Familia”, fueron sus primeras palabras mientras “Y qué de mí” y “No voy a cambiar” decoraban las paredes de música en el Teatro Gran Ituzaingó el viernes 18 de agosto por la noche
Pasadas las 22.30, La Diosa del Verbo Amar comenzó su show que la demostró con la familiaridad acostumbrada como si el escenario fuese una sobremesa de entrecasa con la distención y confianza que la caracteriza: “¿Vos viste donde aparecí hoy? Salí allá abajo –en el pozo abajo del escenario-. Los que estaban adelante se cagaban de risa”. Es que las noches son su modo de vida y su trabajo pero también el goce de desempeñarse en el mundo apasionado del canto que le dio bienestares y felicidades desde hace casi veinte años cuando Leo Mattioli la guió a fines de los noventa en épocas entre el Grupo Trinidad y el León como solista.
La fama no la ha cambiado y continúa siendo la mujer que representa a las jóvenes, aquellas que anoche asistieron de sombreros al estilo tejano, las vinchas y hasta prepararon su pelo de rubio como la protagonista; Dalila tiene en el micrófono, un canal de transmisión que desnuda las raíces de su humildad y la simpleza de lo cotidiano, tiene el espíritu de madre a donde vaya, como cuando permitió subir al escenario a un niño que le trajo un peluche y lo invitó a quedarse a un costado e inclusive le prestó el güiro de su compañero mientras sonaba “Muero por tí”

La ovación de pie fue constante mientras sonaban “Te Juro”, “No voy a llorar por tí”, “Dejemoslo así”, “No te preocupes por mí”, “Amantes” y “Más hombre que tú” y con esa libertad honesta que la caracteriza, aprovechó uno de los espacios entre temas para disculparse por la suspensión del Teatro de Merlo en dos ocasiones, complejo cercano al Teatro Gran Ituzaingó: “Yo voy a hablar muy honestamente, soy un ser humano como todos, no nací cantante ni famosa, sino cantando. Con Merlo, en nombre de todo el staff, les pido disculpas pero la realidad es que, les voy a decir como es, nos patotean, nos re agreden cuando en realidad nos pasan cosas que le pueden pasar a cualquiera, que estás mal, que te duele la cabeza porque tuviste un quilombo en tu familia y honestamente hasta que no lo resolvés, no querés salir de tu casa, porque todo lo que tenés en tu vida es tu familia y yo tuve unas crisis. Hay que lidiar, remarla, y a veces nos cansamos, todo el día en pijamas, porque te duele el alma, y le pido disculpas, no sabia yo en donde tenía que estar, solo quería resolver un problema de familia. Para mi lo más importante que tengo en la vida, les agradezco a todos los que me siguen”, y no hacía falta más. Dalila dijo sus palabras y los verdaderos fans aman su voz y sus palabras y desean el bienestar por delante de cualquier show.
Dalila es amante del repertorio de amor popular, una forma de enseñar su preferencia musical además de rescatar obras de grandes autores e intérpretes, como José José cuando cantó “Almohada”,“Tu fotografía” de su referente Gloria Estefan, “A mi manera” de Claude Francois y Jacques Revaux popularmente conocida por Paul Anka, “Concavo y Convexo” de Roberto Carlos o el homenaje a la voz de Valeria Lynch: “Ella ya era Valeria cuando nací” y a capella jugó a cantar “Como una loba”, licencias que se permite, inclusive cuando su voz la lleva al Tango, en esta oportunidad con “Pasional”. Con su hijo Matías Gomez cantó a dúo “Esta vez quiero ser yo” e interpretó éxitos de su carrera como “Basura”, “Mi pasado”, “Yo si me enamoré” y “No te robado nada” para el final.
Más allá del espectáculo que llegó hasta la medianoche, la jornada demuestra otros valores que posee la anfitriona: Dalila tiene una forma inigualable de disfrutar el escenario, es ella con su voz junto a sus compañeros, la mujer que se desenvuelve sin desinhibiciones demostrando una persona íntegra; logra con su devoción continuar con la cumbia que enseña y transmite, que se puede disfrutar con la familia con el perfil bajo y poca exposición televisiva por preferencia propia por eso Dalila, es una de las grandes referentes en el mundo de la movida tropical con vigencia y reconocimiento nacional

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